Alejandro Carlos Biondini (Kalki)

Alejandro Carlos Biondini (Kalki)

Concluye el 2015, y han pasado tantas cosas en este año, que las sensaciones de lo que nuestro Movimiento vivió durante este período parecen superar largamente el cómputo material de meses y días transcurridos.

Como todo lo que hace a nuestra condición de seres humanos, tenemos luces y sombras, pero gracias a la Providencia y a la tenacidad de nuestros dirigentes y militantes, las luces se imponen de manera absoluta sobre las sombras.

Después de superar en el pasado épocas verdaderamente difíciles, de afrontar tantas persecuciones, proscripciones y arbitrariedades de toda índole, parece increíble que el Partido que tengo el honor de presidir, haya podido intervenir en los últimos meses en tres elecciones consecutivas, haya impulsado centenares de mesas callejeras, operativos de propaganda, múltiples y exitosos actos, e incluso se haya dado el lujo de que sus principales candidatos pudieran protagonizar distintos spots masivos en radio y televisión, a pesar de los dueños de esos medios, y en cumplimiento de la ley electoral vigente. Desde luego, hubiéramos deseado que los resultados en los comicios hubiesen sido mejores que los obtenidos hasta el presente, pero ya son miles y miles los que respaldan a Bandera Vecinal, aún frente al casi unánime silenciamiento de la prensa y a las campañas de calumnias y difamaciones que suelen desatar sobre nosotros. Pueden negarlo una y mil veces, pero lo cierto es que para esos voceros mediáticos, para lo que Jauretche denominaba la prensa canalla, el Nacionalismo jamás puede ser buena noticia, noticia normal o noticia convocante; muy por el contrario, sólo puede ser mala noticia, noticia escandalosa o noticia incriminante de alguna de las falacias que inventan.

Derrotados en el frente jurídico-electoral, los factores de poder que no se resignan a que se cumplan los derechos de igualdad, libertad y democracia que garantiza nuestra Constitución Nacional, pretenden reemplazar la proscripción política por la proscripción mediática. Algo previsible pero en verdad inútil, si atendemos a la victoriosa resistencia desplegada por nuestro Movimiento y en particular al devenir natural de los hechos, pues como dijera el General Perón: «Los pueblos son como el agua, siempre pasan…»

Algunos conocidos personajes y entidades habían chillado como marranos, durante el 2014, ante la obtención de la personería definitiva de Bandera Vecinal en el distrito metropolitano, fallo que fuera ratificado nada menos que por dos jueces federales. Y volvieron a hacerlo infructuosamente en este 2015, cuando el Partido sumó su personería, también definitiva, en la provincia de Buenos Aires. Los tiempos cambian, y ante esta palmaria realidad no valen los caprichos o los berrinches de los autoritarios.

Aquí estamos, entonces, teniendo el gusto de compartir estas reflexiones en la tercera edición de Bandera, periódico nacionalista que ya está llegando a todos los rincones del país. Aquí estamos, viendo como el Partido se multiplica y organiza en doce provincias, esperando pronto alcanzar los 24 distritos con presencia efectiva e intervención electoral. ¿Qué dirán hoy ciertos plumíferos apátridas que «profetizaban» años atrás nuestra segura desaparición, así como la «imposibilidad» de que el Nacionalismo Social Argentino pudiera no sólo tener una lista en un comicio, sino siquiera alcanzar una entidad legal definitiva? ¿Qué opinarán ahora quienes fatigaban «informes especiales» y hasta supuesto «libros de investigación» donde sostenían que no éramos «más de trescientos en todo el país»?… Francamente, lo que hoy digan, piensen u opinen ya no tiene importancia. No tenemos tiempo para ellos, no podemos detenernos en la revancha o el resentimiento. Lo único que importa es el futuro. Un futuro del que somos parte necesaria y fundamental, porque el futuro es de los Patriotas. Allá ellos con sus odios y sus conspiraciones. Como solía repetir nuestro recordado amigo y camarada René Tulián: «Ellos son nuestros enemigos, no nuestros maestros».

Agradezco a Dios el haber podido brindar mis mejores años de juventud y de madurez, toda una vida al servicio de esta Causa. Y en este 2015 que concluye, veo avances notables y un camino abierto de lado a lado. De aquí en más, dependerá de todos y cada uno de nosotros mantener la Continuidad en el esfuerzo, la Fe en nuestra misión como Movimiento de Liberación Nacional, la Inteligencia de no extraviarnos en el barullo circunstancial, en las convulsiones que se avecinan, así como la Sabiduría de actuar decididamente cuando y donde corresponda. Porque en términos prácticos, el error es tan negativo como la maldad. Es hora de persistir donde otros han fracasado, es necesario profundizar esta estrategia de lucha que nos ha permitido doblegar a nuestros adversarios en su propio terreno. Y a la vez, no perder de vista el Norte espiritual que nos guía, el frontispicio de nuestros Valores, el Mandato de Sangre de nuestros héroes y nuestros mártires. Porque Bandera Vecinal respeta y celebra cada una de las efemérides pero no es un «nacionalismo» de efemérides, es un Nacionalismo Militante, Social y Revolucionario que lleva a los hechos su convicción de que el compromiso con la Patria es una responsabilidad cotidiana. Me viene a la memoria lo que decía un querido sacerdote: «Los muertos no mueren nunca, pero la traición los mata y el olvido los entierra». Por eso considero que el mejor homenaje a nuestros gloriosos muertos no es una flor, un discurso o una lágrima, sino el ser Fieles a su legado, a su orden de combate, hasta el último aliento.

Este año cierra con un nuevo gobierno. Ya nuestro Partido ha fijado de manera clara su posición al respecto y no pretendo ser reiterativo. Pero hay algo que quiero decir: cada Argentino que sufre, es también nuestro sufrimiento. No estamos ni para el boicot ni para la zancadilla, no estamos para especular con el fracaso o para promover el desastre. Ojalá nos equivoquemos y se produzca el milagro de que las gárgolas se transformen en halcones. Mientras tanto, apoyaremos lo que beneficie al país y enfrentaremos lo que lo perjudique. Siempre en el marco del Imperio de la Ley, porque tal como lo hemos sostenido una y otra vez, desde la prosperidad o desde la adversidad, desde la tribuna o desde la cárcel, los Argentinos debemos volver a ser esclavos de la Ley para ser definitivamente Libres. Nadie debe llamarse a engaño: la Democracia no es poner un papel en una urna cada dos años, sino tener gobernantes que cumplan sus promesas electorales y que garanticen la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Patria. Desde 1983 a la fecha, hemos tenido una ficción de democracia y una ficción de República. Estaremos atentos a lo que ocurra en este nuevo período, construyendo a la vez, sin prisa pero sin pausa, el Futuro.

Mis mejores deseos para todos los Patriotas y un hermanado abrazo a cada uno de nuestros Compañeros y Camaradas de lucha.

¡Dios con nosotros! ¡Viva Argentina!

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Alejandro Carlos Biondini
Presidente del Consejo Nacional
Partido BANDERA VECINAL
Nacionalismo Argentino Militante

Artículo publicado en la edición impresa N° 3 del periódico Bandera (dic. 2015)